La fuerza mecánica tiene que ser convertida a fuerza fluida ya sea por una bomba hidráulica o por un compresor de aire. Así se empuja la fuerza fluida a través de los tubos hasta el punto en el que es usada y después es convertida a fuerza mecánica por medio de un cilindro, motor u oscilador rotatorio. Una vez hecha esta conversión, se puede regular su velocidad utilizando varios tipos de válvulas.
La ventaja que tiene transmitir fuerza a través de tubos en lugar de transmitirla eléctricamente con cables, o mecánicamente con engranes y cadenas, es la habilidad para controlar con mucha precisión la fuerza y velocidad. La transmisión de fuerza fluida siempre empieza con una fuente de fuerza mecánica que generalmente proviene de un motor eléctrico.
Compresores de aire
Un compresor de aire toma una fuente de entrada mecánica y la convierte en fuerza fluida de aire y después la envía a la tubería para ser aplicada. Debido a la naturaleza del aire, ésta conversión de fuerza mecánica a fuerza fluida es ineficiente. El aire se calienta al ser comprimido y la energía del calor que se genera escapa por radiación. Para que el aire alcance una presión alta debe ser comprimido en pasos o en etapas. En cada etapa se puede comprimir una parte limitada del aire, enfriarla, para luego comprimirla a una presión más alta. Si en cada etapa se comprimiera demasiado, la presión sería menos eficiente y habría riesgos de explosión. El enfriamiento entre las etapas es muy importante para los compresores de aire.
En las plantas industriales generalmente los compresores reciben su entrada mecánica de motores eléctricos. Después un compresor grande de aire (100 HP) puede servir a muchas máquinas individuales que trabajen en rangos de HP pequeños, de 1/8 hasta 1 1/2 HP.
La imagen de arriba muestra un compresor típico de dos etapas que es manejado por un motor eléctrico de 25HP. El motor y el compresor son generalmente instalados sobre el deposito de almacenamiento. El deposito mantiene el aire comprimido que va a ser distribuido a la planta. Antes de utilizar el aire que contiene, debe ser lubricado y filtrado, y se debe ajustar la presión indicada para cada máquina en la cual va a ser utilizado.